Carta a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos:

         Me llamo Triana, y aunque tengo muchos años, todavía creo en los milagros. Es por eso que os pido, para este año: 

 • Unos gobernantes para mi Distrito, que no sean los de impongo, ordeno y mando.

• Devuelvan mi revista a sus creadores. Que en ella tuvieran cabida, todos los que quisieran escribir, sin tener en cuenta su color político.

• No gasten el dinero público en obras que en nada benefician al ciudadano (carril bici mal diseñado y peor ejecutado,) o peatonalizaciones sin sentido (calle San Jacinto)

• Recapaciten sobre el esperpento del Museo Castillo de San Jorge, tanto dinero para tan deficiente y escaso contenido.

• Entreguen El Museo de Cerámica,  en plazo.

• Apoyen al comerciante, cada día en situación más crítica, y que lo único que recibe es desprecio y abandono.

Para mi hermana Sevilla:

• El final de la corrupción y el amiguismo en todos los niveles de la vida pública.

• La Colección Carranza, aunque sea con 14 años de retraso.

• Un Ayuntamiento que no despilfarre, el dinero de sus conciudadanos en proyectos, que en poco o en nada, le benefician.

• Un transporte público eficiente.

• Solución a problemas como: movida, prostitución, gorrillas, etc.

• Limpieza de las calles, están convirtiendo a mi hermana en sucia.

• Las famosas maderas para las setas de la Encarnación y así ahorrarnos el bochorno de no tener dinero para pagarlas.

          Os rogaría que cuando vengáis a verme, vuestra estrella no sea tan deslumbrante, que me ciegue, dejándome sumida, durante los 364 días restantes, en la más profunda oscuridad . Ustedes Majestades fueron de forma más humilde al portal, y no es necesario derrochar, tirando lo que otros necesitan. No permitáis que utilicen vuestra llegada a verme, como una forma de subir peldaños políticamente.

           Y por último, que todo el que venga a mí, venga con espíritu de servir, y no de servirse de mí nombre.

 
Firmado: TRIANA

P.D. Me olvidaba, al final no sé si llevará razón mi hermana Málaga, y la solución sea escribir a PaPa Noel, del que ella ha conseguido el Museo Picasso, el Thyssen y ahora quiere pedir la capitalidad.