Desde Triana

Desde Triana

30 de marzo de 2013

Hermandades y cofradías de la gente de mar sevillana en los siglos XVI y XVII ( continuación )


        Cofradía de la gloriosa Santa Bárbara o de los artilleros.

La fundaron en la parroquia de Santa Ana, los capitanes genoveses Batista Sifreo y Bernardo García, y la encontramos en pleno auge a principio del siglo XVII, fecha a la que pertenecen los testimonios que aducimos.
Súplica de la Hermandad a los beneficiados del templo de Santa Ana, año 1601, pidiendo sitio desocupado donde labrar capilla y retablo propio para celebrar sus cultos. Sin tardanza el arquitecto Asencio de Maeda informó “que entrando en la iglesia a un lado de la nave colateral se puede abrir un arco para la capilla solicitada”. Todavía existe la imagen y capilla de Santa Bárbara, en la parroquia de Santa Ana, nave de la Epístola, que perteneció a la Hermandad.
Más interés encierra para la historia de esta cofradía la escritura otorgada por Alonso Fernández, el 13 de Octubre de 1606, ante el escribano Francisco de Vera, porque refiere las preeminencias concedidas a los artilleros en la Real Cédula que menciona.



Hermandad y Cofradía de Ntra. Sra. de Goles (vulgo de Sta. María De las Cuevas)

Declara la Mesa de la Hermandad, en escritura pública otorgada el año 1554, que es Cofradía de la contratación de marineros y que celebra sus fiestas y cabildos en el hospital que tienen en la calle Castilla y no en el Castillo de Triana como se había dicho. Motivó el testimonio aludido la aceptación de la herencia de los bienes que un enfermo fallecido en el dicho hospital dejó a la Hermandad.
Y en primero de Enero de 1579 otorgaba poder la cofradía, reunida en su hospital, ante el escribano público Juan Herrera del Pozo, a favor del prioste Alonso Domínguez, para que tramitase los asuntos y negocios de la Cofradía. Únicos datos encontrados sobre la vida de esta Hermandad.


Hermandad y Cofradía del hospital de los Santos mártires San
                   Sebastián de los Caballeros y Sata Catalina.




De los oficiales del oficio de calafates de las quillas de las naos. Así se nombra en los diversos testimonios consultados.
El año 1542 residía en la calle de Santa Catalina, hoy de Pelay Correa, entre las de Rodrigo de Triana y Vázquez de Leca, allí disfrutaban de hospital y capilla tan espaciosa que permitía albergar a la cofradía intitulada del Santo Ecce Homo , sucesivamente establecida en las parroquias de Santa Ana y San Nicolás, al decir del entonces su alcalde Juan de Torres.
En el acta del cabildo que celebraron el año 1574, consta que otorgaron poder al prioste Andrés Jiménez y a los cofrades  Alonso de Pineda y Jerónimo Rodríguez para que pudiesen cobrar un real a los hermanos que trabajaban los días festivos, con destino a los gastos del nuevo hospital erigido en la calle Sol (desde Evangelista al campo) en la collación de Santa Ana.
Mediado el siglo XVII figuran como miembros de la mesa o Junta Directiva de la Hermandad, Francisco Rodríguez, alcalde, Bartolomé de Mendoza, escribano, Juan Méndez, fiscal, Juan de Noli y Francisco Donaire, mayordomos, y los oficiales Roque de Zamora, Andrés Pinto, Alonso Postigo, Manuel de Cuellar y Hernando del Real, todos calafates, quienes otorgaron poder cumplido, el año 1640, a favor de tres procuradores de la Real Audiencia de Sevilla, para que defendiesen los pleitos y negocios de la Corporación.

27 de marzo de 2013

Hermandades y cofradías de la gente de mar sevillana en los siglos XVI y XVII


El plausible intento de proteger las obras y trabajos de la gente de la mar sevillana, motivó la creación de un sinnúmero de Hermandades de carácter profesional y religioso a un tiempo, evocadoras cuando no herederas de las organizaciones gremiales de época medieval.
Cada gremio constituyó en sus principios una Hermandad y Cofradía con residencia en edificio propio, donde ejercitaban sus actividades según las Ordenanzas respectivas, dotados estos edificios de aposentos para curación de enfermos y de capilla decorosa donde celebraban cultos solemnes al Santo elegido como patrono. Porque el gremio fue sociedad profesional económica y religiosa, que miraba al obrero como ser físico sometido a necesidades materiales, y como persona moral dotada de aspiraciones infinitas; procuraba para el cuerpo el bienestar que proporciona la riqueza creada, organización corporativa del trabajo, y para el alma las gracias espirituales que derivan de la cabal observancia de la doctrina cristiana. Por ende, las Ordenanzas o Reglas gremiales y el catecismo católico  actuaban simultáneos en lo social y se dirigían al mismo fin: a la exaltación del hogar y de la patria.
Y como la posteridad borró de su memoria sin razón  alguna, las singulares actividades económicas , sociales, religiosas y artísticas de tan venerables instituciones, parece conveniente divulgar noticias encontradas sobre las mismas, en la esperanza cierta de contribuir al acrecentamiento de la historia de las cofradías Hispalenses en las referentes a las de las gentes de la mar.



Santa y Real Hermandad y Cofradía de Señora 

Santa Ana.

Sus primitivas ordenanzas no existen, pero si la Regla de 1587 ella dice que la fundó el Rey D. Alonso el Sabio, que la aprobó el Arzobispo D. Remondo el año 1276, cuando fabricaban la iglesia de Santa Ana en el arrabal de Triana, y que tuvo su hospital para asistencia de marineros en la calle que se llamó Larga, hoy Pureza.
Dispone la Regla mencionada que solo habían de ingresar en la Cofradía cristianos viejos de legitimo matrimonio, requisito extensivo a sus mujeres padres y abuelos paternos y maternos, sin mezcla de raza ni bastardía sino de limpia casta y generación, por lo que expresamente prohibía la entrada en ella de moros, judíos, moriscos, negros, mulatos, indios y gitanos. Asimismo negaba el ingreso de las personas nuevamente convertidas a nuestra Santa Fe Católica, de los presos condenados o castigados por el Santo Oficio de la Inquisición u otro Tribunal eclesiástico o seglar, y especialmente los que tuvieran otra infamia o nota que le impidiese o estorbase el  pertenecer a tan Santa Hermandad Y Cofradía.
La tramitación de las probanzas para ingreso era minuciosa; evocaremos un caso: El ilustre sevillano D. Juan Antonio de Andrade presentó su solicitud a la Hermandad, y ésta , en cabildo de 16 de Septiembre de 1640,nombró diputados para que efectuasen la información reglamentaria a los cofrades D. Fernando de Ulloa, caballero veinticuatro de Sevilla, al maestro Fray Juan de Herrera, mercedario y consultor del Consejo Supremo de la Santa Inquisición, y al capitán Baltasar de Espinosa, Familiar del dicho Santo Oficio.
La comisión escuchó, ante escribano público, las declaraciones de los testigos que referimos a continuación: de los Licenciados y Sacerdotes Tomás Enrique de Almeida, Pedro Fernández de Sicilia, Juan Pérez de León, Alonso Sánchez Gordillo y Fernando Messia de la Felguera, esplendida  representación de la sabiduría y santidad sevillana de aquel tiempo.
Y seguidamente las manifestaciones de los capitanes Juan de Altero y de Antonio Franco, prestigioso piloto examinado, la del veinticuatro Antonio Domínguez de Bobadilla, la del jurado Francisco Ruiz Díaz de Pineda, que unidas a las de Pedro de Cifuentes y Francisco García de Briñas formaban lucidísima personificación representativa del valor, las armas, la política y el buen gobierno de la ciudad; y por fin, desfiló como testigo un inspiradísimo y admirado artista escultor que dijo ser vecino de Sevilla y llamarse Juan Martínez Montañés.
Todos coincidieron en asegurar que el solicitante reunía las calidades del más puro abolengo hispano, y fue acuerdo unánime el recibirlo como hermano de la Cofradía de Santa Ana, previa prestación del juramento acostumbrado.

16 de marzo de 2013

Casa de los artesanos ( razones para una rehabilitacion )


LOCALIZACIÓN
La Casa de Artesanos, se encuentra situada en la calle Covadonga, número 9, en la zona de Triana con mayor tradición artesanal.
ANTECEDENTES ADMINISTRATIVOS
La casa de los Artesanos, está considerada en Nuevo Plan de Ordenación Urbanística (2005) como edificación de Interés Tipológico, con un nivel de protección parcial en grado 1C.
Recientemente la Gerencia de Urbanismo ha llevado a cabo una ITE (Inspección Técnica de Edificios)
JUSTIFICACIÓN
La actividad artesanal ha jugado un papel relevante dentro de la vida socio-económica y cultural de Triana a lo largo de los siglos, especialmente desde época islámica, viviendo un gran auge a raíz del descubrimiento de América.
La artesanía es un símbolo identitario del barrio. Es mucho más que la fabricación de un serie de productos; representa su cultura, un legado patrimonial transmitido de generación en generación, en definitiva, una manera de entender la vida.
En Triana existe una gran riqueza y variedad de oficios, con unas formas culturales específicas en cuanto a técnicas, materiales, herramientas, etcétera. Pero el devenir de las artesanías trianeras, al igual que en otros lugares, ha estado marcado por un proceso de transformación económica global, sufriendo una de sus mayores crisis a partir de las políticas de desarrollo industrial llevadas a cabo a partir de los años setenta. A esto hay que sumarle la competencia de los productos orientales, debido a su bajo coste. En la actualidad muchos talleres han cerrado y algunos de los que se conservan se han visto obligados a mecanizar el oficio o a dedicarse exclusivamente a la venta, comprando gran parte de sus productos en talleres de otras provincias.
De todas las artesanías, la alfarería se ha erigido como la más importante y representativa del barrio. Hasta hace pocas décadas, en Triana había numerosos talleres alfareros y tejares. De estos últimos, hoy sólo se conserva uno: el Tejar de Joselito (actual Casa de Artesanos). Se trata de un antiguo tejar de la segunda mitad del siglo XIX. Aunque no es un corral propiamente dicho, a lo largo de los años, ha sufrido una serie de transformaciones que lo asemejan a un corral adarve. En la actualidad, el interior del inmueble está constituido por talleres artesanales, quedando la única vivienda en la parte de la fachada.


Este antiguo tejar posee un alto interés patrimonial destacando una serie de valores que agrupamos en dos categorías:
  • Valor arquitectónico y arqueológico.
Como se ha indicado se trata del único tejar que aún queda en pie en Triana, Estas edificaciones, junto con los corrales y las casas de vecinos forman parte del paisaje urbano de Triana, de su arquitectura tradicional. También es interesante desde el punto de vista arqueológico, pues aún conserva tres hornos de leña, y hay testimonios orales de la existencia de “hornos medievales en el subsuelo”.
  • Valor etnológico:
    • Como tejar: no se trata simplemente de una edificación, el tejar de Joselito, como último superviviente de los numerosos tejares que había en Triana, representa unas formas concretas de habitar y trabajar, que nos hablan de la identidad de los diferentes colectivos que han sido parte de él.
    • Como Casa de Artesanos: formado por artesanos de diferentes oficios, que desde hace casi cuatro décadas decidieron unirse. La Casa de Artesanos ha funcionado además como centro cultural en el que se han reunido artistas, personalidades del mundo del flamenco o escritores, entre otros. Estas reuniones eran conocidas como “La tertulia de los Artistas”. Desgraciadamente, esta vida cultural está en clara decadencia, pues de los 15 artesanos que llegó a tener este centro, hoy sólo quedan 4, debido a la situación de total abandono del inmueble por parte tanto del propietario, como de la administración.
La artesanía trianera forma parte de nuestro Patrimonio Cultural, el cual es un recurso turístico capaz de generar empleo y riqueza. En este sentido, actuará como motor de desarrollo local, creando empleo y potenciando una parte del sector servicio ya existente (hoteles, restaurantes, bares, tiendas, etc.).
La Casa de Artesanos puede ser el complemento ideal al futuro Centro de Artesanía Triana. En aquel, el turista podrá ver in situ, a los artesanos realizando su actividad en el propio taller, se convertiría así en un “Museo Vivo”. Esto ayudará a que el visitante adquiera un mejor conocimiento y valoración de los diferentes oficios.


DESTINATARIOS
Público en general: visitas libres y concertadas (asociaciones de diversa índole, talleres culturales, centros educativos, sector turístico y de negocios, etc.)


OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
  • Restaurar y poner en valor la Casa de los Artesanos como un Museo Vivo dónde aún perdura la tradición artesanal de Triana, convirtiéndola además, en un producto turístico que activará la vida cultural y económica del barrio y de Sevilla.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

  • Convertir la artesanía en un recurso más accesible al visitante, mediante el contacto directo con los artistas, interrelacionando con ellos.

  • Fomentar la artesanía de Triana y atraer a un mayor número de artistas a la Casa.

  • Potenciar nuevos productos turísticos que aún no tienen una importante difusión, como es el caso de la artesanía, para mejorar la competitividad de Triana y Sevilla en el mercado internacional.

  • Potenciar y difundir la cultura trianera, organizando en el centro diferentes eventos culturales.

  • Generar empleo y riqueza a través de la atracción de visitantes y el desarrollo del sector turístico, sin dejar de lado el concepto de desarrollo sostenible.