Desde Triana

Desde Triana

8 de enero de 2010

Homenaje a un trianero ejemplar.



 Españolito que al mundo vienes
 te guarde  Dios
 una de las dos España
 ha de helarte  el corazón.

          Antonio Machado en estos versos dio la visión, de una España dividida en dos partes irreconciliables. Hoy, que tan de moda está  la memoria histórica,  queremos homenajear a un hombre, que con su ejemplo, nos vino a demostrar, que los versos de Machado, no eran aplicables a todos los españoles, hubo algunos que no se dejaron arrastrar por el odio, poniendo  en práctica que se puede morir por unas ideas, pero nunca matar por ellas.

         Este personaje es Melchor Rodríguez García,  elegido por la Asociación Cultural y Artística Trianera, para darse a conocer como nueva entidad. Entre sus objetivos está intentar subsanar el vacio cultural existente en el barrio.

         Pero muchos se preguntarán quién era Melchor Rodríguez García, más conocido por el ángel rojo. Nació en Triana, calle San Jorge nº21, en 1893, hijo de un maquinista del muelle y una cigarrera. Tras la muerte de su padre, tuvo que abandonar los estudios. Trabajó de calderero, carrocero, ebanista y más tarde fue novillero, hasta que una grave cornada en la plaza de toros de Madrid lo retiró de los ruedos.

        Pronto, se inclinó por el anarquismo, por cuya ideología fue detenido tantas veces, que consideraba la  cárcel como su segunda casa. Fue esta experiencia carcelaria, la que más tarde contribuyó  a su lucha por los derechos de los presos.

        Durante la contienda civil, entre los meses de Noviembre del 1936 a Marzo del 1937, ostentó el cargo de Delegado de Prisiones de la CNT. Durante este periodo, se enfrentó a la Junta de Defensa de Madrid, controlada por los comunistas José Cazorla y Santiago Carrillo, oponiéndose  a la política de éstos, en cuanto a los presos políticos. De esta forma  salvo miles de vidas,  con el apoyo del Ministro de Justicia, el también anarquista, Juan García Oliver.

         El día 8 de Diciembre de 1936, lidió su corrida más peligrosa, pues no eran los cuernos astifinos de un toro lo que tenía delante, si no una masa enfurecida que clamaba venganza, queriendo descargar su odio en los presos, que por sus ideas afines al fascismo, se encontraban  en  la cárcel de Alcalá de Henares. Consiguió que depusieran su actitud  y se abstuvieran de lincharlos, salvando de una muerte segura a 1500 personas, entre los que se encontraban  nombres tan significativos como, Martin- Artajo, Agustín Muñoz Grande, Raimundo Fernández Cuesta, Lucas de Tena, Bobby Deglané, Serrano Suñer (cuñado de Franco), Rafael Sánchez Maza, General Valentín Gallarza.

         Durante el tiempo que estuvo en el cargo, evitó las sacas nocturnas de presos, para ser fusilados sin juicio previo. Extendió salvoconducto a simpatizantes de derecha que por este motivo podían ser ajusticiados. Se calcula que  salvó a más de 15000 personas.

         Finalizada la Guerra Civil, fue condenado, primero a cadena perpetua, luego a 20 años , bajándose finalmente la condena a 5 años, gracias a la intervención del general Agustín Muñoz Grande.

          Al salir de la cárcel, rechazó un puesto en el Sindicato Vertical, e incluso un cheque de 25.000 pesetas.

Hasta su muerte el 14 de Febrero 1972 vivió modestamente de su trabajo en una compañía de  seguros, y más tarde de su pequeña pensión.

          Su entierro, celebrado  en el cementerio de San Justo de Madrid, congregó en plena dictadura  desde anarquistas en la clandestinidad a ministros de Franco.  Martín- Artajo, ex ministro de Asuntos Exteriores, rezó un padrenuestro y lució una corbata, con los colores rojinegro, a continuación militantes anarquistas cantan “A las barricadas”. Melchor fue el único español enterrado con la bandera anarquista durante la Dictadura de Franco.


          Si pasas por delante del lienzo de cerámica, modesto homenaje del barrio que lo vio nacer, piensa que se trata de un hombre de una altura moral, no al uso hoy entre nuestros políticos. Quizás su propia grandeza, ha provocado que su figura sea ocultada, o por lo menos eclipsada, por otras más mediáticas, o más afines a esta desmemoriada memoria histórica.  Siendo un grupo de vecinos de Triana, quienes rescaten de este interesado olvido, su figura.


La política ha dejado de ser una política de ideales para convertirse en una política de intereses.



*Para los interesados en la vida de este trianero, recomendamos lean " El ángel rojo" La historia de Melchor Rodríguez, el anarquista que detuvo la represión en el Madrid republicano. Autor Alfonso Domingo.Editorial Almuzara.

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