Hermandad y cofradía del Bienaventurado San José
Fue de los maestros carpinteros de ribera y celebraba su
advocación en el monasterio de Nuestra Señora de la Victoria, de Triana. En el
año 1628 pertenecían a la Junta de Gobierno de la Hermandad los prestigiosos
maestros Bernardo Enrique, Francisco Amado y el mayordomo Diego Ortiz, los que
se obligaron a no enseñar el oficio a ciertas personas, por las razones
contenidas en el pleito que contra ellas seguían.
Andrés Izquierdo, carpintero de ribera, vendía un tributo a
Censo perpetuo a la Cofradía, y en 1640 el prioste Juan Amado Bueno declara que
la Hermandad sigue establecida en la iglesia conventual de Nuestra Señora de la
Victoria de los Mínimos de San Francisco
de Paula.
Otra Hermandad de maestros carpinteros existió en Sevilla,
intitulada del Patriarca San José. En el año 1578 otorga escritura sobre
tributo de casas propias de la corporación, y en ella se puede leer que poseían
hospital y capilla de su propiedad en la collación del Salvador, calle de los
Manteros, y que eran sus alcaldes Diego Benítez y Alonso Rodríguez; prioste
Francisco de Orozco y mayordomo Lope García, todos ellos prestigiosos maestros
carpinteros.
Hermandad y Cofradía
de Ntra. Sra. de la Candelaria y San Juan
Bautista.
Residió en hospital y capilla de su pertenencia en la
collación de Santa María la Mayor, a los cantos del postigo que dicen de
Nuestra Señora de la Antigua, y disfrutó de buen caudal y de numerosos hermanos
ocupados en el tráfico marítimo con las Indias. En 1569 arrendaban casas
propias de la Hermandad los miembros de la Junta de Gobierno Luis de Carvajal,
Juan Martin y Juan de Ojeda, alcaldes los dos primeros y prioste el último del
instituto religioso.
Las postrimerías del primitivo edificio del hospital
referido, las describe las escrituras de poder de la Hermandad a favor de su
mayordomo Bartolomé de Celada, el mozo, en el año 1583, para que cobrase del Prior
los maravedíes en que fueron tasados el Hospital y dos posesiones anejas, que
fueron incorporadas al solar y edificio que allí se labraba por mandato de su
Majestad para Casa Lonja de Mercaderes de Sevilla.
Y por esto, el 29 de Mayo de aquél año, suplicaba la cofradía
al Provisor del Arzobispado, que atento a que se nos quitó el hospital para
meterlo en la Casa Lonja, mande que se junte la cofradía de Nuestra Señora de
la Candelaria con las del Hospital de Santa Catalina, frontera a la Puerta del
Osario, de la ciudad de Sevilla, a lo que accedió la autoridad eclesiástica.
Hermandad y Cofradía de Ntra. Sra. del Buen Viaje y Sto.
Cristo
Socorro.
Maestres, señores de naos y pasajeros fundaron esta Cofradía
en la iglesia parroquial de Santa Ana, y Luis Melgarejo, Provisor del
Arzobispado Hispalense por el Cardenal don Rodrigo de Castro aprobó la Regla
primitiva el 24 de Julio de 1596, previa censura de ella confiada al R.P.
Alfonso de Castro de la Compañía de Jesús, una copia de esta Regla, protocolada
el seis de Abril de 1622, a petición del licenciado, presbítero y escribano de
la Hermandad André Núñez, vecino de Triana, es la que se aprovecha como fuente
de conocimiento.
La salida de esta Cofradía en procesión de sangre, se
verificaba en la noche del Miércoles Santo, previo pago de ducado y medio por
cada disciplinante, los hermanos de luz abonaban dos ducados, la misma cuota se
asignaba a las mujeres de hermanos y era obligatoria para todos la limosna de
cuatro ducados y una vela de a libra como cuota de entrada.
Al ingreso en la Hermandad precedía severa información de ser
el aspirante cristiano viejo, y con todo entusiasmo se obligaban a elevar sus
oraciones, cuando Dios envíe algún castigo, acaeciendo en Sevilla pestilencia,
hambre o rigurosa esterilidad de los frutos de la tierra; cuando surgiere
enfermedad grave que pusiera en peligro de muerte al Rey o Príncipe, y cuando
en nuestra España hubiera muchas guerras entre el Rey y sus enemigos de que
toda la cristiandad pueda padecer destrucción.
Celebraban como fiesta principal y por lo tanto solemnemente
la del dos de Febrero en honor de la Purificación de Nuestra Señora y el día de
Todos los Santos. El primer Domingo de cada mes se reunían en cabildo
ordinario, precedido de misa rezada y de la entrega de seis reales de limosna
por cada hermano para alivio de los cofrades enfermos o necesitados, y si no lo
hubiera se repartían entre los enfermos de la parroquia. Resalta en esta
Hermandad de penitencia un elevado espíritu patriótico e intenso amor al
prójimo.
El 23 de Enero de 1600 otorgaba la Junta de Gobierno una
escritura de poder a favor de Gonzalo Rodríguez, para que gestionase en el
Arzobispado cuantos asuntos interesaban a la Cofradía, que vino en decadencia a
fines del siglo XVII, pero sin relación alguna con la de Santa María de Buen
Aire, como algunos cronistas han supuesto.
Tuvo esta Hermandad capilla propia donde veneraba a sus
sagradas imágenes, sita en la nave del Evangelio de la citada parroquia de
Santa Ana, en altar decorado con yeserías platerescas, entre los de San Nicolás
y de la Concepción. Allí permanecieron hasta el siglo XVIII, en que extinguida
la Cofradía pasaron sus efigies a la tribuna situada sobre la puerta del templo
que conduce a la sacristía, cabecera de la nave de la Epístola, donde
subsisten. La escultura del Señor es de traza y encarnado semejantes a los del
Santísimo Cristo de la Fundación de la Hermandad de Nuestra Señora de los
Ángeles, vulgo de los Negritos, por lo que se le atribuye al maestro escultor
Andrés de Ocampo, que debió de ejecutarla hacia 1620, fecha de la
reorganización de la Hermandad.
En
cuanto a la imagen de Nuestra Señora del Buen Viaje, titular de la cofradía de
gloria, se sabe que el Duque de Medina sidonia encargó la hechura al maestro
escultor Gaspar de Gines: una imagen de la advocación de Nuestra Señora del
Buen Viaje con su niño en un brazo y el otro dispuesto para tener una nao. La
efigie tenía cuatro cuartas y media de altura, sin la peana, era de cedro y se
obligó al artista a entregarla el 15 de Noviembre de 1634, en el precio de 1800
reales. Se ignora el paradero de esta escultura labrada para la Cofradía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario