Viejos papeles con sus viejas historias.

El humilde escribidor que aquestas lineas pergeña no le mueve motivo otro que el hacer saber a los sus lectores que en la iglesia de los Terceros,sita en la collación de Santa Catalina,ha principiado estos días del año del Señor de mil e seiscientos veinte a recibir culto una imagen de Cristoenclavado, que ha causado harto asombro, no sólo en la parroquia, sino en la ciudad toda  de Sevilla, por la perfección de su acabado e mucho más por la devoción que inspira, lo que ha echo que al templo acuda muchedumbre de fieles por contemplarla.

Tan pio como fausto suceso impelió a quien aquesto escribe a platicar con quien desto supiera y gracias al Sr sean dadas porque dio con los dos hombres que adquirieron imagen de tan extremada ternura y belleza, que no fueron otros que Juan Francisco de Alvarado,contador de la Casa de Contratación de Yndias, y Bernardo de Crialle, escribano de su Majestad junto a quienes le llevaron Mateos de la Cuadra e Alonso del Castillo, que fueran hermano mayor e prioste de la hermandad del Amor de Cristo e Socorro de Maria, que dos años ha fusionárase con la de la Sagrada Entrada de Jerusalen sitas ambas en la dicha iglesia del convento de Ntra. Señora de Consolación.

Ellos tuvieron la gentileza de mostrar al informador que dello atestigua, escritura otorgada ante el escribano público Baltasar de Valdés. el día 13 de Mayo de 1618, en la que el cordobés Juan de Mesa y Velasco se presenta e identifica como  maestro escultor e arquitecto,e se fija como uecino desta ciudad de Sevilla en la collación de San Martin, e se obliga a hacer e acabar en toda perfección e a vista de maestros que lo entiendan, una imagen de Cristo crucificado. de largo dos varas, antes más que menos, medido desde el calcañal del pie hasta la punta del cabello, e ha de  estar tallada en madera de cedro, mientras que la cruz lo será de borne.
E una hechura de imagen de Ntra Señora, que será de altura de dos varas, con sus manos y brazos de gonces, la cual a de ser de tristeza acabada eb toda perfección y a vista de oficiales que dello entiendan.
E para los fieles devotos de la nueva imagen de la cofradía del Amor de Cristo copio el parrafo que sigue: Y en esta manera y según dicho me obligo a hacer la dicha obra por mi persona sin que en ella pueda entrar oficial alguno y la de comenzar desde mañana lunes que se contaran catorce días desde mes de Mayo y no alzar la mano della hasta la tener acabada en toda perfección y si ansí no lo hiziere y cumpliere la dicha obra que yo hiziere no saliere a su satisfacción, dexo en elesión y boluntad de los dichos y de cada uno ynsolidum que me puedan compeler y apremiar por prisión y todo rigor de derechoa que haga la dicha obra o que a mi costa se puedan concertar con otro maestro escultor y arquitecto que la haga, y por lo que más le costara de los dichos mil reales y por las costas y gastos que se le causaran me pueda executar en birtud desta escritura y el juramento de los dichosy de cada uno ynsolidum. Sevilla 13 de Mayo de 1618.
No contento con ello, el dicho Bernardo de Crialles dijole ante mí a Juan Francisco de Alvarado que me mostrase el recibo por Juan de Mesa firmado a que gustoso copio: Juan de Mesa escultor uecino desta ciudad de Sevilla en la collación de San Martin otorgo y conozco que ha recibido y recibí de Juan Francisco de Alvarado de la casa de contratación desta ciudad y uecino della queta presente mil realers que son por otros tantos que con el susodicho y Pedro de Santa Maria y Bernardo de Crialle y Pedro Blanco y Juan de la Cruz, uecinos de esta ciudad concerté por la echura en blanco de un santo Cristo e imagen de Ntra Señora como aparece en escritura de concierto que sobre ello otorgamos puede haber dos años más o menos a que me refiero los cuales mil reales declarados y recibido que me doy por contento y pagado a mi voluntad. Sevilla 4 de Junio de 1620.
E ansi doy fin a mi escrito para quien lo leyere  tenga debido conocimiento del artifice de la nueva imagen de la Hermandad del Amor de Cristo que tanto suspenso e admiración está causando su contemplación en la seráfica capilla de los terceros.