Desde Triana

Desde Triana

31 de marzo de 2011

Semana Santa de Sevilla

Ha florecido el azahar y la ciudad huele a incienso. Y huele a cera fundida porque hay que adornar los pasos y dar luz a los misterios. Porque hay que fundir hachones para Cristo,que está muerto. Y hay que hacer velas rizadas para iluminar senderos, para aliviar con su luz a nuestra Madre del cielo.

Como quieren aliviarlos,con hilos y terciopelos,las bordadoras que cuajan mantos y sayas de arabescos para que en ellos se enjuaguen las lágrimas de su rostro y el dolor que hay en su pecho, para que la Dolorosa, que es la Madre de este pueblo,pueda mitigar su pena bajo ese palio de amor que con sus manos tejieron.

En un taller escondido hay otras manos tejiendo, aunque esta vez en madera que con tanto amor tratadas se convierten casi en rezos. Catedráticos de gubia,de retablos arquitectos que nos enseñan que el arte no se acaba con el tiempo, porque hacen de esa madera canastas y respiraderos, que llevaran a Dios Cristo más que en un paso, en un templo.

Si ella es Virgen Dolorosa y su Hijo Dios a muerto. Sevilla habrá de alegrarles porque así no quiere verlos le pondrá flores y luces por aliviar su sendero. Varales para los palios,vara de los nazarenos, jarras para los claveles y para luz candeleros, milagro puro artesano de los orfebres nacieron.



Sevillanos entregados buscan,con pasión y celo, los tesoros que guardaron en los almacenes viejos. Hay que sacar canastillas,parihuelas, terciopelos, para que nada le falte, ni túnica ni pañuelo, ni un bordado de oro fino, ni un alfiler, ni un requiebro.

Mientras, otros, silenciosos, trabajaran con desvelo para poner todo a punto,devolviendo sus colores a los metales más viejos,reblandeciendo la cera de un farol o un candelabro para que parezcan nuevos cuando el Señor y su Madre vuelvan a bajar del cielo y se pasee por Sevilla el milagro cofradiero.

Ha florecido el azahar y Sevilla huele a incienso. La Virgen de la Esperanza de besa-mano en su templo. Nuestra Señora de la Salud del altar va descendiendo.El cielo alejó las nubes y luce un azul intenso. Fachadas que se blanquean para embellecer los templos. Sevilla está preparada para sus más bellos sueños y se retoca con mimo el retablo del convento.

Sevilla ya ha vuelto a ser la ciudad siempre soñada,la que está llena de embrujo, la de promesas cercana, la de naranjos en flor,la que prende cualquier alma,la del incienso en los cultos y los palcos en la Plaza.